En Valencia tenemos la inmensa suerte de contar con un
arquitecto excelente que ha llenado nuestra ciudad de edificios conscientes de su condición urbana.
Por supuesto, no estoy hablando de Santiago Calatrava, cuyas
naves espaciales vuelan de ciudad en ciudad sin tenerse que preocupar de donde
aterrizan, (todavía estoy buscando el acceso del Museo Príncipe Felipe).
Estoy hablando de un maestro suyo y nuestro, Antonio Escario.
La obra de Antonio Escario, a la que nos referiremos en más ocasiones en este blog, nos ofrece ejemplos estupendos de cómo
resolver los accesos a los edificios, adaptándose
a los condicionantes y ofreciendo siempre un resultado impecable basado en el estudio del significado público
de cada edificio y el cuidado de los detalles. Incluso cuando adapta estas piezas a los usos actuales.
A través de los edificios de viviendas de Antonio Escario, alguno de ellos realizados junto a Vidal y Vives,
voy a analizar la importancia de sus accesos como reflejo de la relación de las Comunidades
de Propietarios con la ciudad.
Analizar la evolución de este elemento arquitectónico en los
últimos 50 años nos revela síntomas
inequívocos de que los ciudadanos estamos perdiendo la sensibilidad, no sólo
por la arquitectura, sino por todo
aquello que tenga que ver con lo público.
Se puede romper esta tendencia conociendo nuestro entorno
para poder empezar a valorarlo.
Acceso al edificio Ripalda, más conocido como "La Pagoda" en la plaza dela Legión Española de Valencia / foto: Mixuro |
Me acerco al imponente edificio, observo el continuo flujo
de vehículos salir y entrar del garaje. El acceso se resuelve bajo el zócalo de primera planta
cediendo espacio a la acera, ¡Que generosidad! Pero, ¿Que ven mis ojos? Una reja de estilo neo-gótico (por decir algo) de difícil convivencia con el estilo orgánico tan de los 60's cierra el
espacio de acceso sin importarle un pimiento lo que tiene detrás. Me asomo y veo, entre los barrotes, un acceso mimado hasta
el último detalle y resuelto para este lugar y no otro. No puedo entender cómo una Comunidad de Propietarios puede ser tan insensible a este trabajo. Me pregunto si pondrían una reja de estas a la casa de la cascada de F. Ll. Wright, mejor no les vamos a preguntar.
Acceso al edificio en la plaza del Parterre de Valencia / foto: Mixuro |
El segundo edificio está en la plaza del Parterre pero
aquí sí que se ha respetado la arquitectura del acceso. ¡Muchas gracias!
Siempre me ha llamado la atención la singularidad y
generosidad de este acceso. El volumen de ladrillo flotando mágicamente sobre los
pilarcitos de acero, diciendo: "Se entra por aquí, es usted
bienvenido"
Acceso al edificio de la C/ Arévalo Baca de Valencia / foto: Mixuro |
El tercer edificio está en la Calle Arévalo Baca y
tiene la particularidad de que la
Comunidad de Propietarios ha confiado su reforma al mismo
arquitecto autor del edificio. El zaguán conserva su estructura y acabados
originales resolviéndose la accesibilidad mediante una rampa de nuevo diseño.
Acceso al edificio en la Gran Vía Fernando el Católico de Valencia / foto: Mixuro |
El cuarto y el quinto edificios son muy recientes y están en
la Calle Guillem
de Castro y en la Gran Vía
Fernando el Católico.
Las dimensiones de los accesos son mucho más reducidas que
los casos anteriores ya que los ciudadanos de hoy ya no demandan zaguanes capaces de albergar cierto grado de relación entre vecinos, pero esa es otra reflexión para otro post.
Sin embargo el diseño resuelve los condicionantes de
accesibilidad, seguridad y evacuación en caso de incendio sin renunciar a una
exquisita elegancia.
Acceso al edificio en C/ Guillem de Castro de Valencia / foto: Mixuro |
Estos ejemplos son pequeños fragmentos de la obra de un
arquitecto extraordinario en cuyo estudio hemos tenido la suerte de aprender.
Son fruto de su esfuerzo en el diseño y sobre todo de su
capacidad para convencer a promotores, propietarios y constructores de que la
calidad en el diseño y los materiales nos beneficia a todos, incluidos los
felices transeúntes que disfrutamos de estos edificios no tan anónimos.
Gracias Antonio.
No coneixia jo a aquest senyor (typical me). Gracies Maria
ResponderEliminarEs una bona noticia! L'obra de Antonio Escario es una continua llisó de com l'arquitectura pot, d'una manera subtil, civilitzar les nostres ciutats. Jo em vaig fixar en l'edifici de la Gran Via perquè li va agradar molt a mon pare, que no es arquitecte però es un home sensible. Després vaig saber que era de Escario i no em va estranyar gens. No t'imagines quants d'aquells edificis que milloren els nostres carrers son obra d'aquest arquitecte. Insistisc, tenim molta sort.
EliminarVaya!
EliminarMireu que he passat 1000 vegades per la Gran Via y he pensat "que xula es aquesta finca" enhorabon a l'artista i a ton pare per la seva sensibilitat ;-)
Petons
Mar.-
Hola Maria, fantàstic article d'investigació. Els teus treballs són veritables "National Geographic" de la nostra ciutat.
ResponderEliminarEstic totalment d'acord en que Antonio Escario ha mostrat sovint una gran sensibilitat en el disseny dels accessos i altres detalls del projecte. Però, paral·lelament, sempre he segut defensor d'una visió crítica de l'obra de Santiago Calatrava i pense que sovint està sotmès a serrutxades massa totalitàries. Cert és que els accessos del Museu "Príncipe Felipe" i de molts altres projectes a mi tampoc m'agraden, però sí que m'agraden els dels magatzems Ernstings a Coesfeld (Alemanya) o els de l'escola de Wohlen en Aargau (Suïssa), els del BCE Place Gallery de Toronto (Canadà) i tants altres.
Hola Ivan, moltes gràcies pel comentari perquè ma fet retrobar-me un pensament d'aquestos de quan vaig a córrer.
EliminarQuan dic que les naus espacials de Calatrava no es tenen que preocupar del lloc on aterren no pense que siga un error seu, com tu senyales molt be, Calatrava és molt capàs de fer un accés adequat, eixe és el problema. De fet crec que són les ciutats, en especial València, les que no li exigeixen un mínim de integració en el entorn, per no parlar de rigor en els pressupostos.
El que em pareix clar es que Calatrava no manté la qualitat de la seua obra en totes les ciutats on aterra i no es l'únic. Exemples com el Palau de Congressos de Foster o el Veles e Vents de Chipperfield fan plorar quan t'apropes i veus les qualitats, els detalls i errors funcionals impropis dels seus autors. Si rodes una mica pel mon, com es el teu cas, trobes a faltar en aquesta ciutat nostra el nivell d'exigència en les institucions i en els ciutadans, que fan que estos estels de la arquitectura donen lo millor d'ells. Pot ser son edificis fets per a la foto, sense contingut, sense trellat ni substància, i esta circumstància, no es culpa només dels arquitectes.
Moltes gràcies Ivan
Hola Iván, yo estoy de acuerdo contigo en que se exagera a la hora de criticar la obra de Calatrava, pero es proporcional a lo caro del "producto". Parece más criticable que un Ferrari no arranque que no lo haga el supermirafiori de tu abuelo...
ResponderEliminarDicho esto y en descargo de Calatrava casi estoy convencido de que la puerta original era la grande de al lado (con forma de ojo, como no!) pero que algún tipo de problema técnico, o de funcionamiento, o de capricho del promotor de última hora, o vete tú a saber lo impidió.
Hola Javier, yo la primera vez que fui al Museo Príncipe Felipe intenté entrar por ese maravilloso "ojo" y casi me marcho pensando que el edificio estaba cerrado. Seguro que hay una estupenda historia sobre el porqué de ese acceso. Si alguien la sabe, ¡por favor que nos la cuente!
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