Iluminación típica en el centro de la ciudad mediante luminarias de aspecto clásico pero poco eficaces. /MIXURO |
Ya vimos hace algunas semanas cómo se las gastan las compañías de telefonía a la hora de colocar sus instalaciones por nuestros edificios. Hoy le toca el turno al alumbrado público, el cual es instalado por nuestro querido Ayuntamiento. En nuestro caso se trata del Ayuntamiento de Valencia, aunque esto que vamos a contar es aplicable a otras muchas ciudades de España.
Partimos de la ciudad más contaminante de luz de toda Europa, la que derrocha luxes lanzándolos al espacio para disfrute de los astronautas de la Estación Espacial Internacional y que nos impide a muchos ciudadanos contemplar las estrellas durante la noche. Esto es, en parte, debido a los modelos de luminarias elegidos, que proyectan luz hacia arriba y que a pesar de utilizar fuentes de luz muy eficientes (vapor de sodio de alta presión mayoritariamente), las luminarias que las soportan no lo aprovechan bien y ni dejan salir toda la luz que producen, ni la dirigen adecuadamente.
Valencia de noche, no es necesario iluminar todas las fachadas de la ciudad. Para algunos habitantes de esta ciudad siempre es de día. / MIXURO |
Pero, al igual que con las líneas telefónicas, en el centro histórico (y en el no tan histórico) la manera de hacer llegar la electricidad hasta cada una de las farolas no se hace de la manera más respetuosa con el edificio que las aloja.
Mirad que salao el instalador, perfilando las molduras de este edificio. Que además, para ahondar en la herida, sobre un edificio en el que acababa de realizarse una rehabilitación integral. / MIXURO |
La cantidad de farolas que hay en nuestras calles se calcula en función de la cantidad de luz que se desea. Si el tipo de luminaria está decidido de antemano (parece que aquí sí) sólo nos queda colocarlas a la distancia necesaria para obtener los luxes pretendidos sobre el suelo.
La arqueta (trapa), el tubo de acero que protege los cables que suben hasta una caja de distribución. /MIXURO |
¡Pero para que las bombillas se enciendan necesitan electricidad! Ahí es donde entra nuestro amigo "el grapador", que nos trae el cable desde una arqueta empotrada en el suelo, lo sube por la fachada (protegido en un tubo de acero los primeros metros) y después todo grapadito hasta la lámpara. Claro, que no se conforma con llevar el cable hasta la luminaria más cercana, ¡hay cable para seguir!. Pudiendo alimentar tres, cuatro y más lámparas, pudiendo pasar un cable aéreo cruzando por encima de la calle...
¡Vuela, vuela cablecito! ¡Vuela libre! / MIXURO |
Diálogo supuesto:
(Grapador) -¿Para qué hacer más zanjas y colocar más arquetas, no ves que así es más barato?
(Yo) -Pues porque estás dejando mi fachada hecha una fideuà.
(Grapador) -Yo soy un mandao, dígaselo a mi jefe.
(Yo) - ¡Si su jefe soy yo! ¡Somos todos!
(Grapador) -Pues eso, dígaselo usted a sí mismo...
La fideuà. Sólo faltan unas tuberías de gas para la fiesta. / MIXURO |
El caso es que cuando se colocan farolas (con su palo y todo) se hacen las zanjas y las arquetas que hagan falta, pero cuando se colocan sobre una pared se grapea todo. Esto no es exclusivo de Valencia: en Madrid, Barcelona, Alicante y otras muchas ciudades hacen lo mismo. Sin embargo en otros lugares de Europa esto se intenta evitar.
De nuevo, como en el post con el que se iniciaba esta serie, existen maneras de mejorar el aspecto de nuestras ciudades. Al menos yo no daría por perdida la batalla fácilmente, hay que perseverar, cada uno de nosotros debe comprometerse con su entorno inmediato. Comprendo las dificultades que existen a la hora de realizar estas actuaciones pero si todos ponemos un poquito de cariño en lo que hacemos conseguiremos un lugar mejor para todos. ¡Ánimo y a por ellos!
¿Quieres más? ¿Pero esto qué es? Cap. 1 sobre telefonía clickando aquí.
¿Pero esto qué es? Cap. 3 sobre aire acondicionado aquí.
¿Pero esto qué es? Cap. 4 sobre instalación eléctrica clickando aquí.
¿Quieres más? ¿Pero esto qué es? Cap. 1 sobre telefonía clickando aquí.
¿Pero esto qué es? Cap. 3 sobre aire acondicionado aquí.
¿Pero esto qué es? Cap. 4 sobre instalación eléctrica clickando aquí.
Gracias Javier por dar visibilidad a problemas tan patentes como este, que paradójicamente a veces se vuelven invisibles porque la gente se acostumbra a vivir con ellos. Cuando por alguna alineación astral, en algún lugar se interviene y desaparecen tantos trastos, cachivaches y mamotretos de la escena urbana y se queda limpia, cualquier calle o edificio gana muchísimo.
ResponderEliminarArmarios de la luz, parquímetros, maceteros a diestro y siniestro, kioskos, mupis, paradas de autobús y señalética urbana, indicadores de parking, respiraderos, buzones... la calle está plagada de objetos que demuestran su vida, pero un poco de orden y criterio para ubicarlos (y elegirlos) sería maravilloso. Simplemente el problema es que no suele coincidir que quien puede, quiera hacerlo.
Sobre los cables: sueño con el día en que se decida que cada calle nueva que se haga (o cada calle que se levante), se deje con una galería registrable de instalaciones urbanas con capacidad suficiente como para albergar cables de teléfono, fibra óptica, luz, etc. durante décadas.
Gracias a ti por participar, no puedo estar más de acuerdo. Sobre el sueño de la galería, si mal no recuerdo, el Ayuntamiento de Madrid (con Gallardón) estableció que si alguna compañía suministradora levantaba una calle por cualquier motivo se comunicaría al resto de empresas para que acometirean las obras que estimaran simultáneamente o tendrían prohibido actuar en esa calle en un plazo de 10 años.
EliminarEsto solo resuelve la parte práctica y de congestión de tráfico.
Yo lo haría más radical, si alguien abre zanja se obliga a los que tengan instalaciones vistas a que las entierren ¡Toma ya!