Vista del edificio después de la intervención / MIXURO |
Vamos a ver un caso práctico. Se trata de la intervención en un edificio que tenía problemas de entrada de agua en fachadas y cubiertas, y que se convirtió en una oportunidad para que sus vecinos pudieran mejorar puntualmente sus viviendas y revalorizar el conjunto.
El edificio en cuestión se construyó a finales de la década de los 70, y en su momento supuso la ejecución de un edificio singular en la zona, no solo por su diseño, sino también por los materiales empleados. Materiales y sistemas prefabricados como paneles de hormigón para las fachadas, viguetas de acero plegado, bovedillas de poliexpan, tabiquerías de yeso laminado (pladur).
Estado del edificio antes de la intervención/ MIXURO |
En las primeras conversaciones con los vecinos del edificio nos dimos cuenta de que existía entre ellos un extraordinario sentimiento de pertenencia a un lugar especial, un edificio singular en una periferia anodina.
Los propietarios, comprometidos con el proyecto que íbamos a realizar, nos exigían una propuesta de diseño que, resolviendo los problemas detectados, renovara entre los vecinos ese sentimiento. La participación de los vecinos en las reuniones previas y durante las obras fue fundamental para su implicación con el proceso y con el resultado.
Izqda.: Estado de las terrazas tras eliminación de los antiguos acabados. Centro: Refuerzo estructural para las terrazas. Dcha.: Cierre individual en los balcones antes de las obras / MIXURO |
El diseño del cierre de los balcones pasó a ser la clave de la propuesta. Como suele ser habitual algunas terrazas estaban cerradas con carpintería de diferentes modelos y materiales. Estas intervenciones en las terrazas se fueron realizando individualmente de forma desordenada y sin criterio.
Nuestra intervención en las terrazas consistió en aprovechar el necesario sistema de refuerzo estructural para unificar el conjunto de terrazas en su vertical y reparar los problemas estructurales de las terrazas. Para reforzar la estructura de los balcones fue necesario quitar todas las carpinterías de las terrazas y sustituirlas por un nuevo sistema que agrupara la totalidad de viviendas.
Vista del testero tras la intervención/ MIXURO |
El uso del vidrio y el color es algo que nos planteamos como interesante por el clima propio de Gijón, donde se agradece dejar pasar el sol dentro de la vivienda. El color era además el reflejo del espíritu positivo que encontramos en estos vecinos, contrastando con su anodino entorno.
Vista del entorno tras la intervención/ MIXURO |
Algo que nos ofrecía además este cierre era un nuevo espacio intermedio entre el interior de la vivienda y el exterior. Permitía modificar la relación entre la vivienda y la calle. A la vez que reforzaba la protección de la vivienda, mejoraba la estanqueidad y el aislamiento térmico: En invierno se convierte en un espacio invernadero con acumulación de la radiación solar; y en verano, abriendo todas las ventanas, se recupera el funcionamiento de la anterior terraza.
El uso concreto de este nuevo espacio incorporado a la vivienda dependerá de cada vecino, volviendo a ser su participación e implicación claves para el funcionamiento de la nueva fachada.
a mi aquest mixuro-projecte m'encanta... molt interessant el fet que s'haja resolt amb carpinteria convencional, en comptes del
ResponderEliminarmur cortina que-tant-ens-agrada-a-tots-pero-que-costa-un-ou, i que aquest fet s'haja convertit en un punt a favor de la composició.
Gràcies Alfred pel comentari. Com que el mur cortina era inaccessible econòmicament
ResponderEliminar, va ser necessari analitzar les característiques del sistema convencional per desenvolupar la composició de les balconades. El resultat final depèn clarament dels materials i sistemes utilitzats, i amb un mur cortina el resultat segur hauria sigut altre.