miércoles, 30 de enero de 2013

Pinta y colorea Valencia

Elegir el color de nuestra fachada cuando hacemos una rehabilitación acaba siendo muchas veces una decisión de última hora, cuando la obra ya está casi acabada, y después de las habituales discusiones económicas aparecidas durante la obra. Un tema tan importante debería tener su sitio desde el primer momento. El color es una de las características que primero vemos en una ciudad, en una calle o en un edificio, y el color de nuestro edificio forma parte de esa calle, de esa ciudad.

En esta paleta de colores que parece que esté integrada toda una ciudad, solo hay fragmentos de un único barrio, el del Cabanyal, en Valencia. Su condición de barrio marítimo le confiere un carácter especial en cuanto al uso del color dentro de la ciudad / MIXURO


Se han publicado distintos estudios sobre el color del centro histórico de Valencia, como por ejemplo, "El color de Valencia". Parece claro, según concluyen, que el color propio del centro histórico es el ocre, con origen en las tierras y canteras locales ("Es un ocre dorado, tranquilo, y que todavía existe en las fachadas que están todavía sin tocar como en la antigua plaza de San Esteban"). Aunque se ha ido alterando, la imitación del color original ha posibilitado que aun se conserve algo de esa atmósfera ocre. Aunque cuando nos damos un paseo, tenemos la sensación de que los ocres se combinan con los blancos y grises de nuevo cuño, con algunos colores mas vivos, y con los negros de la degradación (cables, polución, telas, etc).

Fragmentos del Barrio del Carmen, en Valencia. A la derecha edificio señalado en el libro comentado con el ocre  / MIXURO

¿Pero que ocurre con el resto de barrios de la ciudad?

- Al ensanche, o primera zona de crecimiento de la ciudad, finales del siglo XIX y principios del XX, se desplazaron principalmente los burgueses, buscando mayor luminosidad y salubridad. Los nuevos materiales y sistemas constructivos permitieron mayor atrevimiento en la decoración de las fachadas, pero también con una tendencia hacia colores más neutros y claros, para aumentar la luminosidad de las calles, en contraste con las calles del centro. Las reformas posteriores en esta zona no han hecho sino aumentar ese uso de colores pastel y blancos.

Avenida del Regne de Valencia, cruce con C/ Maestro Gozalbo, Valencia / MIXURO

- En la segunda gran etapa de crecimiento (desde los años 50 a los 70), la velocidad de construcción es mucho mayor y las prioridades son otras. Ya no se construye para la gente que abandona el centro en busca de zonas nuevas con más luz, sino que se construye para alojar a la población inmigrante (del campo principalmente), y por tanto con menos poder adquisitivo. Con la gran abundancia de enfoscados de color pastel o grises y caravistas, el color empieza a no ser un valor tan importante, y la calle pasa a ser un patchwork de fachadas.

C/ Dolores Marqués, C/ Llano de la Zaidia, y C/ Campos Crespo, en Valencia / MIXURO


- Y ya en la última etapa de crecimiento, que recordamos reciente, también con un ritmo de construcción altísimo, pero con una mejora en los materiales y sistemas constructivos respecto a la etapa anterior, los caravistas son los que marcan el color de las calles en algunas zonas, juntándose con acabados más tecnológicos, donde predominan los blancos y grises.

C/ Arquitecto Segura de Lago, y Avda. Francia, en Valencia / MIXURO

En nuestro paseo parece que como nos vamos alejando del centro, perdemos color, o este deja de ser relevante en la calle.

Aunque pienso que solo es un tema de "velocidades", y el cuidado del color es algo que se lleva mal con las prisas. Por eso, porque los ritmos también se reducen de vez en cuando (como ahora) y porque hay posibilidad de reacción, esta ciudad es capaz de poner a cada barrio su color. Y lo pienso porque es una ciudad con muestras de sensibilidad por el color, como demuestran las fallas, o demuestra aun más la transformación de un barrio (Russafa) dotándolo de actividad y de color, convirtiendo un lugar degradado en un barrio de referencia en muy pocos años.

C/ Carlos Cervera y Mercado de Russafa, Valencia / MIXURO




7 comentarios:

  1. Gracies pel resum, molt didàctic. Açò del color és un tema apasionant. Que dificil és, i quina meravella quan s'encerta!

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    1. Gràcies Alfred! Si que encertar a nivell individual i a nivell col.lectiu és converteix en un tema apassionant i difícil a la vegada. I tot comença per perdre la por a no encertar.

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  2. Muy chulo. Tenía entendido que el color de las casas antes tenía la función de distinguir unas de otras y, en el caso del Carmen, tenemos esa referencia a los colores de la tierra, lo local.
    ... Y en cuando vienen las prisas ... nos ponen el uniforme y se pierden referencias y otras funciones

    Gracias!

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    1. Los uniformes tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Muy buena similitud. Gracias!

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    2. Uno de los lugares en Valencia donde aun no han llegado los uniformes, el barrio de Benimaclet. En esta calle el color sigue teniendo esa función de diferenciar unas casas de otras. No parece demasiado justificable imponer un uniforme aquí. https://www.facebook.com/photo.php?fbid=578465672164325&set=a.464224276921799.112529.443857662291794&type=1&theater

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  3. ¡Muy buen post, Rafa! A mí me ha tocado vivir en la zona donde abundan los caravistas.

    Respecto a este tema del color y a las particularidades cromáticas de los distritos marítimos escribió Miguel del Rey en su libro imprescindible "Arquitectura Rural Valenciana. Tipos de casas dispersas y análisis de su arquitectura". Con una frase de gran fuerza poética desveló el sentido que pudieron tener la multitud de colores en estos barrios costeros: "Cal por capas, con morteros transpirables, que expulsan la humedad, que dan texturas no continuas, como una piel trabajada con el tiempo, con historia, con distintas capas, con colores antiguos, tapados, vueltos a tapar y que un día, tras la lluvia, se descubren y dejan esos desconchados almagra, o de colores tierra, siena, terracotas, de cuando aún la Marina o era la Costa Blanca, los pueblos eran de colores personalizados, con barrios coloreados para ser vistos desde el mar por los marineros y desde allá, desde alta mar, soñar con la casa, con los hijos, la mujer y el humo de la chimenea".

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    1. Muchas Gracias!, Y Gracias por la frase extraída del libro de Miguel del Rey, para hacernos pensar en la función del color en aquellos pueblos marineros. O en la función del color, en general...

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