martes, 14 de mayo de 2013

La ruta de los 4 cuentos

Hacer de guía por Valencia puede ser algo muy sencillo si nuestro turista se conforma con tomar cervecitas y tapas al sol. Pero, ¿podemos intentar ofrecerle algo más?
Nos gustaría poder explicarle algo de la historia de esta ciudad, pero a poder ser, sin que se nos aburra, así que lo vamos a llevar a dar un paseo  y a contarle unos cuentos.

Ruta de los 4 cuentos: 1. Cabecitas de la Catedral  2. Cocodrilo del Patriarca  3. Cotorra del Mercat  4. Casa de los Gatos / FOTO GOOGLE EARTH. ESQUEMA MIXURO

Vamos a empezar el recorrido en la Catedral, para que no se diga que somos gente rara, y en ella le pondremos cara a parte de nuestro origen cultural.

- Las cabecitas de la Catedral.
Las puertas más emblemáticas de la Catedral son, sin duda, la puerta principal, barroca, en la Plaza de la Reina y la Puerta de los Apóstoles, gótica, donde se realiza el conocidísimo Tribunal de les Aigües. Pero nuestra primera historia la encontraremos en la puerta más antigua y la más discreta, la Puerta del Palau, la románica.  En ella podemos ver unas figuras que dicen mucho de la historia de esta ciudad. Son siete parejas de cabecitas, hombre y mujer, que representan a los siete matrimonios que se encargaron de traer desde Lleida a Valencia setecientas doncellas destinadas a ser las esposas de los primeros pobladores cristianos. Podemos leer sus nombres escritos entre las figuras: Pedro y María, Guillén y Berenguela, Ramón y Dolça, Francisco y Ramona, Bernardo y Floreta, Beltrán y Berenguela, Domingo y Ramona, así como la inscripción "sa muler" indicando "su mujer". Y de ahí venimos.

Bajo el alero de remate de la puerta encontramos estas cabecitas con restos de policromía. En la inscripción se puede leer: "Bernardo y Floreta sa muler" / MIXURO

Bajando por la Calle del Palau, Trinquete Caballeros y Calle de la Cruz Nueva, llegamos a la plaza del Patriarca desde donde se accede al Colegio que le da nombre. En este edificio, además de visitar su exquisito claustro renacentista,  podremos ofrecer una gran historia.

- El cocodrilo del Colegio del Patriarca
Entrando en el Colegio del Patriarca podemos darle un buen susto a nuestro amigo turista, ya que una vez en el vestíbulo encontrará a su espalda un enorme caimán con las fauces abiertas situado en el muro de la fachada. Este caimán fue regalado por el virrey del Perú al fundador del Colegio del Patriarca y es común como símbolo del silencio en otros edificios de carácter eclesiástico de la Corona de Aragón. Mucho más impresionante resulta contar el cuento de Vicente Blasco Ibáñez "El dragón del Patriarca", en él este "dragón" tenía atemorizada a la ciudad de Valencia pues rondaba por el río, que en aquellos días, discurría a los pies de la muralla de la ciudad. Esta horrible bestia vivía en un agujero donde arrojaba y se zampaba a todo aquel que se le cruzara por delante y le pillaba con la panza a medio llenar. Un buen día en que iba a ser ajusticiado un vagabundo, se le ofreció salvar la vida a cambio de dar muerte al dragón. Los habitantes de la ciudad dieron por muerto al reo ya que rechazó el uso de todas las armas que se le ofrecieron. El hombre se acercó al agujero donde habitaba el dragón, cuando éste fue a atacarle, dejó caer sus ropas, deslumbrando a la bestia con una coraza de espejos y clavándole una lanza en el interior de la boca. 
Este cuento está especialmente indicado para público infantil, sólo por ver la cara que ponen de susto mirando al cocodrilo merece la pena.


Imagen del caimán del Colegio del Patriarca 

Seguimos la ruta por la Calle Libreros, cruzamos la Calle San Vicente y continuamos por la Calle de los Derechos hasta llegar a la calle de los escalones de La Lonja. Hemos llegado al Mercat Central.

- La Cotorra del Mercat.
Nos damos una vuelta por dentro del Mercat, con visita obligada a las paradas de pescado. Es muy importante que nos hagamos los entendidos en especies de pescado locales, para que nadie dude de que somos valencians de pura cepa.  A la salida nos fijamos en las veletas del Mercat y de los edificios de su entorno.

De izquierda a derecha: el Pardal de Sant Joan, el pez espada y la Cotorra del Mercat. / MIXURO

Un pez espada en la zona del pescado y una Cotorra en la zona de las verduras. Se cuenta que La Cotorra, como es de esperar, está al tanto de todos los chismes de la ciudad. Dicen que simboliza el poder emergente de los comerciantes frente al poder de la Iglesia, representado en la veleta de la Iglesia de los Santos Juanes, llamada "Pardal de Sant Joan". En los sainetes de finales del S.XIX aparecen muchos diálogos de la Cotorra y el Pardal siempre satíricos y con dobles sentidos. 

Detalle de las veletas que representan: la Cotorra y el pez espada del Mercat y el Pardal de Sant Joan / MIXURO


Ahora vamos a subir por la Calle Bolsería y la Calle Alta, hasta llegar a la Calle Museo, donde encontraremos la atracción turística más "rentable" (mínima inversión, máximo impacto mediático) de nuestra ciudad.

- La casa de los gatos de la Calle Museo
"A la memoria dels cuatre gats que quedaren al Barri del Carme l'any MXCIV. Mai se les va sentir un miau mes alt que altre" (A la memoria de los cuatro gatos que quedaron en el Barrio del Carmen en el año MXCIV. Nunca se les escuchó un miau más alto que otro). Esta es la inscripción que acompaña a esta gatera que encontramos en el número 9 de la Calle Museo y que hace referencia a la conquista de la ciudad por parte del Cid Campeador en el año 1094. Para encontrar la casa basta con buscar, frente del Museo del Carme, un grupo de turistas mirando sonrientes la parte baja del muro de cierre de un solar.

¿Qué tiene esta casita que gusta tanto al visitante de nuestra ciudad? / MIXURO


Hemos llegado a leer que esta casa data de principios del S. XX, ¡incluso del año 1094!, pero la verdadera historia la cuenta su autor, el escultor y artista Alfonso Yuste, en un artículo de BBC Mundo. Hace unos diez años, Yuste tuvo la brillante idea de dotar de una fachada en miniatura a la entrada de una centenaria cueva de felinos. Esta casita gusta tanto, que se ha convertido, junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en visita obligada para cualquier turista que visite nuestra ciudad.
No voy a entrar a comparar estos dos reclamos turísticos  porque me llamarán demagoga, pero cada cual que saque sus propias conclusiones.

A la fachada no le falta detalle. Incluida la placa conmemorativa "A la memoria dels cuatre gats..." / MIXURO

11 comentarios:

  1. Qué interesante!! Siempre me había llamado la atención el caimán del Patriarca, pero no conocía su verdadera historia. Ya tengo 4 historias más para contar a mis hijos cuando paseemos por el centro de nuestra ciudad. Gracias Mixuro.

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    1. ¡Gracias Conchita por tu comentario!
      Todavía me acuerdo de la primera vez que lo vi. Pasada la primera impresión, no hacía más que preguntarme ¿qué hacía ese bicho allí? Resultó ser que el cocodrilo con la boca abierta y sin lengua es el símbolo del silencio, tan preciado en la iglesia. Aunque en algunos escritos antiguos dicen que el cocodrilo es un animal que carece de lengua, yo lo he estado mirando y parece ser que no sólo sí la tienen sino que le es fundamental para engullir a sus presas. En cualquier caso, lo podríamos plantear en los comedores escolares como alternativa a los semáforos de ruido. ¿qué te parece?

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  2. Impresionante los cuentos estos, tengo que reconocer, que no los conocia, y mucho menos el de la gatera. Enhorabuena por lo que os lo currais. Felicidades.

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    1. ¡Gracias Jose Vicente!
      Creemos que hay muchas maneras de acercarse a las ciudades, conocerlas y quererlas.
      Me alegro de que te gusten estos cuentos porque estoy buscando algunos más.

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  3. Érase una vez... un post lleno de magia y de contenido del bueno.
    Una vez más felicidades.
    Me lo guardo para cuando visite Valencia. Gracias.

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    1. ¡Gracias!
      ¡Si te pasas por la casa de los gatos igual nos vemos!

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  4. He leido estos cuatro cuentos, son estupendos, gracias por culturizarnos, ahora bien, recuerdo que existen otros sobre el "Corpus", sobre "y es chopá hasta la Moma", otros sobre "la degolla" y más...Me los contaba mi madre por allá los años del 1940, pero no los recuerdo. Que pena.Por entonces yo ya tenía 7 u 8 años.
    Alguien podría por favor, si conoce alguno de estos u otros, publicarlos?.
    Muchas gracias.

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    1. Vamos a ver si buscando y preguntando encontramos lo que nos cuentas que te contaban y lo recontamos y compartimos.
      ¡Mil gracias!

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    2. ¡Muchas más miles!
      He leido con gran satisfacción su interés por ahondar en mis recuerdos de tiempos ido.
      Gracias!

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    3. Parece ser que ya no recuerda nadie aquellos cuentos de mi niñez. Todo se olvida. "yani" me acuerdo yo mismo. ¡Muchas mil gracias! 1 beso y 1 abrazo.

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  5. Difiero en la leyenda de Porta del Palau, puesto que eran 300 y no 700 doncellas. Además, no está comprobado que de ahí vengamos, puesto que con todos mis respetos, "tuvieron que follar como conejos pues". Ya que hablas de esa leyenda, te recomiendo hacer mención de las otras dos tesis, de la que historiadores confian más en la de esos 7 hombres y mujeres fueron quienes contribuyeron a la construcción del Portico.
    Te recomiendo visitar mí artículo, que en Google mismo aparece tecleando " la leyenda de las trescientas doncellas ", apareciendo en segundo lugar bajo la web Valencia Bonita. De igual manera he de felicitarte por contar la verdad sobre la gatera del Barrio del Carmen, puesto que son muchas páginas las que no cuentan verdad. Respecto a las veletas del mercado, existen otras leyendas muy bonitas. Un saludo

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