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Tarta nupcial de los Duques de Cambridge por Fiona Cairns (la que no lleva gorro). / FIONA CAIRNS LIMITED |
No me quito de la cabeza esa imagen, ese pastel lleno de merengue, adornos, varios pisos y una pareja abrazada de remate (¡suena a pareja loca de remate!). Eso es lo que me parece un edificio recién pintado. ¿No os ha pasado a vosotros que, cuando desmontan el andamio y descubres la fachada, sólo ves una tarta nupcial? ¿A ti no te pasa? A mi sí, me sucede aunque mantengan el color original, y lo aprecio más en los edificios antiguos, con muchas molduras y adornos. Estos se convierten en edificios falsos, parecen decorados de película, trampantojos. ¿Por qué me sucede esto?