Me pido, me pido...¡un libro de arquitectura!

Regalar libros es una costumbre maravillosa que se conserva milagrosamente en el caso de los regalos para niños.
Es difícil que un niño pida para su cumpleaños un libro sobre arquitectura. Sin embrago, si lo pensamos, ninguno de los libros que más nos han impactado, aquellos que más nos han influido, ninguno de estos libros, los pedimos en su día como regalo de cumpleaños.

Con un libro puedes comunicar y enseñar más cosas de las que jamás podrías. Sky High de Germano Zullo con ilustraciones de Albertine  / BUYOLYMPIA

La pregunta es: ¿hay libros de arquitectura para niños? Sí, los hay, y muy buenos, pero como casi siempre, hemos de abandonar nuestro querido planeta y buscar en galaxias más o menos lejanas.

El primer ejemplo lo tenemos en Italia que, siendo un planeta muy similar al nuestro, tiene una tradición pedagógica a millones de años luz de la nuestra. El cuento se llama "I tre porcellini" de Steven Guarnaccia (Corraini Editori) y es una particular versión de los tres cerditos con los arquitectos Philip Johnson, Frank Gehry y Frank Lloyd Wright como protagonistas. ¡Divertidísimo!

En esta versión de Los Tres Cerditos el autor apuesta descaradamente por la arquitectura de Wright / WEB STEVEN GUARNACCIA

Si preferimos regalar un cuento para colorear, podemos ser valientes y cambiar al  ratón Mickey por algunos conceptos arquitectónicos. Os propongo una alternativa como "Draw me a House: a book of architectural ideas, inspiration and colouring in"  del ilustrador francés Thibaud Herem (Cicada Books) A esto le llamaría yo un auténtico triunfo a largo plazo. Lo malo de este libro es que es tan bonito que nos va a costar dejárselo al niño para que lo pinte, por pura envidia.

208 páginas para disfrutar dibujando ¿A que tú también quieres uno? / ARCHDAILY

Paseando por otros mundos, el otro día descubrí en la tienda on-line de la revista técnica Detail, una nueva sección ¡dedicada a los niños! ¿Increible? Su primer libro editado es  "A green home for Sophie and Henry" de Andreas Ernstberger. En el libro se habla, ni más ni menos, que de la energía, del dióxido de carbono y de la arquitectura. Parece un tema durito, pero únicamente desde el punto de vista de un adulto, ya veréis como vuestros pequeños lo entienden mejor que vosotros.

Este libro le vendría bien a muchos papás, incluso a más de un arquitecto / DETAIL

Si buscáis algo más poético os recomiendo un libro muy alto: Sky High, del suizo Germano Zullo con ilustraciones de Albertine (Chronicle Books). Os dejo un pequeño vídeo de la versión "Les gratte ciel" de Editions La Joie de Lire para que disfrutéis como enanos.

Y si lo que queréis es regalar un poema, en la editorial Kókinos tienen un pop-up genial sobre la metáfora de la ciudad en crecimiento. En este libro de Anouk Boisrobert, Louis Rigaud con poema de Pablo Guerrero, la ciudad va creciendo a cada página devorando su entorno.

En España existe una revista on-line de arquitectura para niños (supermultilingüe) que se llama Amag. Mi experiencia con esta revista es que tiene un formato en absoluto pensado para niños, por lo menos para los míos. Sin embargo, los adultos podemos encontrar recursos pedagógicos interesantes para explicar conceptos relacionados con la arquitectura. Me temo que para padres no arquitectos el contenido os puede resultar un poco árido, pero igual me equivoco.

La iniciativa se agradece y espero que se extienda.  Quitando las ilustraciones, que más que para niños son de niños, el contenido es poco manejable para público infantil / WEB AMAG

En esta revista encontramos un libro que verá la luz en breve del arquitecto Alberto Campo Baeza titulado "Quiero ser arquitecto", cuya carta de presentación os dejo aquí para que reflexionéis conmigo sobre la capacidad de los señores arquitectos para comunicarse e ilusionar a los niños:

“SUBIR Y BAJAR ESCALERAS”, Prólogo del libro “Quiero ser arquitecto.(Constructor de ideas)”

Querid@s niñ@s:

La arquitectura es como subir y bajar escaleras.

¿Habéis subido alguna vez las escaleras de dos en dos escalones? Seguro que sí. También yo me sigo subiendo, incluso las escaleras mecánicas del Metro, de dos en dos.

¿Habéis bajado alguna vez las escaleras de dos en dos? Seguro que no. Más que imposible es muy muy peligroso. Nunca se me ha ocurrido hacerlo, ni en broma.

Pues en arquitectura es lo mismo.

Se pueden subir las escaleras de dos en dos escalones. Se puede estudiar con intensidad y aprender en menos tiempo muchas cosas. Trabajando y estudiando muy mucho se puede hacer la carrera de arquitecto en los 5 años previstos.

No se pueden ni se deben bajar las escaleras de dos en dos escalones. No se deben hacer los proyectos ni construirlos con esa irresponsable velocidad. Se debe trabajar el doble, por lo menos, y emplear el doble de tiempo en proyectar y en construir algo que es para toda la vida. Hay que hacerlo con la velocidad, con la calma, con la que la miel se derrama por el borde del tarro. Despacito y buena letra, el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas, rezaba un antiguo dicho castellano.

¿Se entiende ahora que la arquitectura es como subir y bajar escaleras? Y también la vida.

Con cariño,

Alberto

Enero 2013

Ni el lobo de los tres cerditos asustaría tanto a un niño. Este mensaje se lo podemos ofrecer a un chaval de 18 años antes de empezar la carrera, como en la serie Fame antes de empezar el curso de la academia de baile: "buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor". Pero Alberto, ¿cómo le dices esto a un niño?. Yo de pequeña subía los escalones de dos en dos, pero las escaleras las bajaba, si podía, de un salto por tramo. Mis hijos siguen haciendo lo mismo.¡Así nos va!