lunes, 7 de abril de 2014

Jerusalén en Fallas


Todos los años se celebra durante el mes de marzo en Valencia una fiesta conocida internacionalmente y que aspira a ser reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Una fiesta popular cuyo exponente máximo (y su aspecto diferencial) es la realización de "monumentos artísticos" cuya finalidad última es la de servir de combustible para la hoguera que remata la celebración.
Hasta aquí no cuento nada que no se sepa, pero existe un numeroso grupo de ciudadanos que no se identifica con estas celebraciones y además sufre las consecuencias de una fiesta exitosa. He de reconocer que yo me encontraba entre estos últimos y aprovechaba estas fechas para viajar, pero últimamente desde la aparición en escena de unas comisiones falleras que comienzan a eliminar las vallas, mi opinión se ha ido matizando. Fallas que buscan pasárselo bien incorporando, en la medida de lo posible, a los vecinos. ¡Vaya que empiezo a encontrarle el punto a esto de las fallas! Bueno, para qué negarlo, el haber participado activamente en el diseño y producción de la falla Castielfabib 2014 me ha hecho ver las cosas desde otro punto de vista. Pero Castielfabib no es la única: Mossén Sorell Corona, Lepanto - Gullem de Castro, Plaza de Jesús son fallas sin vallas, para acercarse, para participar, para compartir. Pero volviendo al principio ¿Realmente queremos aumentar la asistencia de visitantes de todo el mundo durante esos días?


Muchos falleros se sienten atacados y ofendidos por las críticas (escritas de una manera más o menos respetuosa) a "su" fiesta. No es raro escuchar: -"¡Si no les gusta que se marchen!" y muchos lo hacen, los que pueden... Pero creo que hasta el más fallero de los falleros estará conmigo en que algún exceso se produce durante estas fechas y que precisamente lo que más molestias suele ocasionar no son las actividades directamente promovidas por las comisiones falleras, sino por todo lo que acontece a su alrededor. Os voy a poner un ejemplo que conozco bien:

El barrio de Jerusalén. María hace ya algún tiempo nos hacía una semblanza de este barrio con tantas posibilidades y tan maltratado. Pero es que llegan las fallas y del maltrato se llega a la vejación. Me bajo a la calle con mi cámara de fotos un martes 18 de marzo, el día antes de la cremà, en plenas fiestas. Saco los codos y esto es lo que me encuentro.

Un barrio "pequeño", que alberga una de las fallas más exitosas de los últimos años (y de casi siempre), una falla que planta el monumento que seguramente quede entre los tres premiados de la sección especial. Vamos que todo el mundo pasará a verla, sí o sí. Para verla hay que entrar por alguno de los ejes que vertebran el barrio, probablemente por la misma calle Jerusalén.

¡Vamos allá! ¡¡Coge aire y a por todas!! / MIXURO


Allí, si consigues sortear las casetas de venta de baratijas y souvenirs conseguirás llegar hasta el cruce donde está plantado el monumento (el cual no habrás podido apreciar desde la lejanía por culpa de una bonita instalación luminosa/decorativa). Entonces te das de bruces con la cruda realidad: una valla te separa y oprime contra las fachadas. Comienzas luchando por nadar en la marea humana en la que te has metido, pero acabas cediendo y te dejas llevar por la corriente que curiosamente gira en sentido anti-horario. Esa valla te separa de la zona VIP, ¡se puede ser VIP por 3€! No sé, creo que la zona VIP está sobredimensionada...


Corsés, manzanas con caramelo, churros y buñuelos compartiendo el escaso espacio que queda. Surrealista. / MIXURO


Durante la vuelta "en masa", antes de ser frito y convertirte en churro gracias a la deliciosa sensación de inhalar vapor de aceite de girasol hirviendo, no olvides ¡admirar la falla!. Un consejo, antes de caer en la trampa ponte la mochila a modo de canguro, pues una vez dentro la operación es de extremado riesgo para ti y para la dentadura de la gente próxima. Antes de comprender muy bien de qué va la falla de este año sales de allí por puro agobio.



Para montar un mercadito hay que acceder con la furgoneta hasta el mismo lugar donde se implanta la tienda, entre fallas, visitantes, vallas, carpas, etc. y no olvidar el continuo estallido de petardos. / MIXURO


Sales por alguna de las calles que ¡Oh, sorpresa! tiene montado el mercadito de los martes... ¿esta gente no descansa? Nadie con sentido común les explica que no está el horno para bollos, que no hay necesidad, por el bien de todos, que la calle tiene sus límites y ya están rebasados. Allí están vendiendo fajas entre churros, petardos y ¿furgonetas?

Me curro una falla a lo grande y luego no os dejo ir a verla. ¿Pa qué? / MIXURO


Efectivamente, en el barrio hay un mercado municipal, el mercado de Jerusalén. Una joya donde comprar los mejores productos, y que tienen todos los vehículos de carga aparcados en medio de la calle. Pero ¿por qué no aparcan en la zona que tienen reservada para carga y descarga del propio mercado? ¡No os lo vais a creer! Porque allí han montado un mercado medieval.


¿Es necesario? ¿Es necesario que esté en esta calle? Al otro lado, en el barrio de al lado no hay nada, calles vacías... La famosa palmera (la sustituta) que da nombre a la calle. / MIXURO


En fin, en este punto estoy a punto de rendirme, pero como no me puedo parar pues continuo. Salgo del mercado medieval intentando evitar el olor a incienso mezclado con salchicha que me parece incompatible con el de buñuelo y pólvora y acabo justo frente al Casal de la falla Convento Jerusalén.

Espacio reservado por la falla Convento Jerusalén y churrería de feria. Codo con codo. / MIXURO


Allí se instalan unas vallas de protección ligeras para poder realizar actividades (solo falleros y amigos) al aire libre sin ser arrollados por el gentío. Hay quien se pregunta si no serán para proteger a los civiles...
Dentro del barrio existen algunas fallas más pequeñas y en calles más estrechas, que acaban acorraladas por la multitud, ¿realmente se disfruta en un sitio así? Parece que sí, pero a mi me cuesta creerlo. Otras, como la falla de Plaza España se hacen instalar una carpa, pues el casal se les queda pequeño, para poder reunirse todos durante estos días.

Ejercicio de agudeza visual ¿dónde están los falleros? / MIXURO


El caso es que vayas por donde vayas te encuentras centenares de personas atraídas por las fallas, pero ¿volverán? ¿contarán a sus amigos que vivieron una experiencia única? No lo sé, pero tengo claro que si se desea atraer a más público a esta celebración habría que empezar por los de casa, los propios vecinos si no queremos matar a la gallina de los huevos de oro. Es cierto que la fiesta la organizan las comisiones falleras, que hacen un gran esfuerzo de gestión durante todo el año, pero no es menos cierto que la calle pertenece al conjunto de los ciudadanos y la fiesta asimismo es de todos y para todos. ¡Celebremos juntos la llegada de la primavera!

Hagamos ciudad con las fallas, ganaremos todos.

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en tu exposición, Javi. De acuerdo también en las dudas que planteas. Gran trabajo. Esto tendría que trascender!!

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    1. Gracias Carlos, creo que gestionar el éxito es una de las claves para que las fallas prosperen sin daños colaterales. Me pregunto si existen datos sobre la cantidad de gente que "emigra" de la ciudad durante las fiestas.

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